Queridos Melchor, Gaspar y Baltasar:
Ya sé que hoy es un día en el que tenéis mucho ajetreo, pero confío en vuestra naturaleza mágica y en vuestro don de la ubicuidad, para pediros ayuda con un asunto terrenal, y que a muchos de nosotros nos tiene, por un lado superados, y por otro anonadados, al ver que no se pueden solucionar los problemas endémicos que arrastra el PIF de Algeciras.
Un PIF, Puesto de Inspección Fronterizo, es una instalación en la que se someten a control, por parte de varios organismos, algunas de las mercancías que se importan y exportan, principalmente las de origen animal, vegetal y perecederos. El de Algeciras es uno de los mayores de España, y desde hace años ofrece un servicio deficiente y que causa numerosas colas, y horas de espera a los transportistas.
Queridos Reyes, no quiero pediros que no se inspeccionen las mercancías, faltaría más, ya que la función de Sanidad Exterior y otros organismos es vital, para asegurar la calidad de las mercancías que entran y salen de nuestro territorio, y es bueno y necesario que así sea. Pero hacer esperar a transportistas durante varios días a pasar una inspección, que en otros puertos españoles y europeos se hacen en unos minutos, no tiene sentido alguno y causa un daño irreparable a todo el tejido logístico-portuario del Campo de Gibraltar.
Acudo a vosotros, porque numerosas asociaciones empresariales, sindicales, empresas, etc.. se han dirigido a los Ministerios de Sanidad y de Política Territorial en Madrid, a las delegaciones provinciales correspondientes, gobierno autónomo, ayuntamiento, etc… y hasta ahora se van recibiendo promesas pero no soluciones.
¿Qué pido? De forma inmediata mas personal para llevar a cabo las inspecciones, y esta es una medida necesaria e inaplazable. Pero es que además es necesario modernizar el sistema de inspecciones, y porque no, copiar el modelo de otros puertos donde no ocurren estos problemas. Y no lo pido yo. Lo piden los consignatarios de buques, transitarios, transportistas, empresas estibadoras, cargadores, sindicatos, organismos como cámaras de comercio y autoridad portuaria, …
Vamos a soñar y a confiar en vuestra magia. ¡Es posiblemente una de las últimas bazas que nos quedan!