Netflix ha estrenado y con notable éxito, la película «Nowhere» dirigida por Albert Pintó, y que cuenta con la actriz Anna Castillo como prácticamente la única protagonista del film.
El cine nos ha regalado varias aventuras épicas en el mar, y podemos citar como ejemplo «Cuando todo está perdido» (All is lost), con un formidable Robert Redford como único actor, y que con una duración de película de más de 100 minutos, apenas pronuncia un par de frases. Tampoco podemos olvidar a «Capitán Phillips», dirigida por Paul Greengrass y protagonizada por Tom Hanks, que narra el secuestro del buque Maersk Alabama.
En «Nowhere», ambientada en una España distópica de la que la protagonista embaraza quiere huir con su marido, pronto son separados y tras muchas vicisitudes se embarca en buque dentro de un contenedor marítimo, que posteriormente caerá al mar por una violenta tormenta. La protagonista debe sobrevivir en alta mar, luchando constantemente para que las vías de agua no hundan el contenedor, y para procurarse alimentos. Cuenta la actriz que el rodaje fue muy tenso, y destacaba que pasarse muchas horas llorando o hiperventilando, la llevaba a un constante agotamiento físico y mental.
No le he preguntado a ninguno de mis amigos que trabajan en depósitos de contenedores, la verosimilitud de algunas de las acciones de la película, pero en cualquier caso merece la pena visionarla y prepararse para angustiarse, sufrir, disfrutar o aburrirse. El contenedor, esa caja de acero (hay también de otros elementos) objeto de nuestro trabajo, de nuestros desvelos y a veces de nuestras alegrías, salta de las pantallas del ordenador o de los conocimientos de embarque, a ser el escenario donde se desarrolla gran parte de la acción de la película.
Como otro aliciente adicional, la banda sonora incluye una maravillosa canción de Rosalía, llamada Nana. Os recomiendo una sesión de cine familiar, y los trabajadores del sector, podemos machacar a la familia con nuestros comentarios de expertos. ¡A ver si os gusta!