Este precioso faro está situado en la punta de El Hank, al oeste de la ciudad de Casablanca, y tiene una altura de 51 metros desde la base, y de 65 metros por encima del nivel del mar. Se construyó para evitar que por las noches, muchos buques que se acercaban a la ciudad acabaran encallados en los arenales o en las rocas.
El arquitecto fue el francés Albert Laprade, comenzándose a construir en el año 1914 para ser inaugurado el 1 de agosto de 1920. Este faro cuenta con una lente Fresnel de segundo orden, que emite tres flashes blancos cada 15 segundos visibles desde una distancia de 30 millas náuticas, y su torre es de mampostería con linterna y galería.
Para los visitantes a Casablanca es una visita obligatoria, ya que además de estar situado en el popular paseo de la Corniche, si se suben sus 260 escalones se tiene una panorámica inigualable de la ciudad. Hasta la construcción de la cercana Mezquita de Hassan II, este faro era el edificio más alto de la ciudad.
En Marruecos, los faros están gestionados por las autoridades portuarias, que a su vez dependen del «Ministère de l’equipement, du transport, de la logistique et de l’eau». Me produce una sana envidia ver a nuestros vecinos que entienden la importancia de la logística, y que todas sus actividades quedan recogidas dentro de un ministerio. El desarrollo de las instalaciones logísticas en todo el país, es uno de los motores del crecimiento y del desarrollo de grandes zonas del reino alauita.